Volumen 9, No. 2, Art. 3 – Mayo 2008

El sentido de la familia: una construcción con las tramas de vida de tres generaciones

Leonor Mora Salas

Resumen: La finalidad del estudio fue construir un sentido de familia con los significados que dan hombres y mujeres de tres generaciones y condiciones socioeconómicas diferentes. El artículo presenta una construcción teórica derivada de resultados obtenidos en cuatro estudios cualitativos previos en los cuales se trabajó con entrevistas individuales a integrantes de catorce familias habitantes de Caracas que se ubican en los estratos socioeconómicos II a V. Los resultados indican que las personas narran sus experiencias en un discurso donde la trama de sus vidas se encuentra y define con la de otros que conforman su familia; sus significados de familia están íntimamente relacionados con la vida en la familia de origen y en la nueva familia. Se concluye que la familia es un elemento central en el discurso de todos; en los miembros del estrato medio, la estructura de la familia nuclear se reconoce como indispensable para la crianza de los hijos y el equilibrio social; para las familias del estrato bajo, la tradición y la vivencia de circunstancias similares son comunes entre generaciones, en la segunda y tercera generación se desean cambiar las costumbres de vida con respecto a la primera, porque han creado formas propias y actuales.

Palabras clave: familia, vida familiar, familia y clase social, trama narrativa, significados

Índice

1. Introducción

2. Contexto conceptual del tema

2.1 La familia y su vivir cotidiano

2.2 La familia popular venezolana

2.3 La familia venezolana de clase media

2.4 El significado de la experiencia

3. Método: Características del estudio

4. Discusión de resultados. Los significados alrededor de la familia

4.1 "El sentido de las costumbres en las narrativas de dos familias populares" (MORA 2003)

4.2 "El significado de la infidelidad en el contexto de la pobreza" (OTÁLORA & MORA 2004)

4.3 "El hombre y la mujer frente al hijo. Diferentes voces sobre su significado" (MORA, OTÁLORA & RECAGNO-PUENTE 2006)

4.4 "La familia en la sociedad de hoy. Vivencias de venezolanos de clase media" (MORA 2007)

5. Construcción teórica. Tramas que se tejen y dan sentido a la familia

6. Conclusiones

Apéndice 1

Apéndice 2

Notas

Referencias

Autora

Cita

 

1. Introducción

El cambio que enfrenta la familia en su forma de agrupamiento, en su constitución, en la asunción de roles y en las prácticas que cumple es resultado y reflejo de la variación en los procesos sociales, culturales y económicos. La emergencia de lo nuevo, expresada en la diversidad de formas de vida, identidades, normas, roles y valores sustituye a las formaciones familiares tradicionales las cuales cambian a la par de sus fundamentos. Necesario es entonces el reconocimiento de la pluralidad y la diferencia porque puede ayudarnos a entender no sólo los cambios que experimenta la familia actualmente, sino la forma cómo los están viviendo sus miembros de generaciones diferentes. Acercarnos a la diversidad, particularmente en los cambios de la asunción de roles dentro de la familia desde la significación que le dan hombres y mujeres de tres generaciones que tienen condiciones socioeconómicas diferentes y habitan en la ciudad de Caracas, ha sido el propósito de este estudio1). [1]

Organizamos el artículo en cinco secciones: la primera recoge algunos elementos de carácter conceptual y empírico que permiten situar el contexto en el cual se inscribe el estudio; la segunda describe aspectos de orden metodológico; la tercera presenta la discusión de los resultados; la cuarta ofrece la construcción teórica que se deriva del análisis; la última integra las conclusiones2). [2]

2. Contexto conceptual del tema

Los contenidos que se presentan a continuación intentan situar el tema de estudio en sus diferentes dimensiones e ilustrar los conocimientos que preceden a la práctica de investigación que realizamos. Ellos permitirán posteriormente realizar un contraste con las contribuciones que se derivan de esta experiencia. [3]

2.1 La familia y su vivir cotidiano

La familia de este tiempo presenta una naturaleza plural, su estructura es variable, las uniones son de duración irregular y los roles que desempeñan sus miembros son flexibles. De allí que al hablar de familia es admisible emplear expresiones como diferente, variable, compleja y singular. Cualidades que se manifiestan en sus "contenidos, delimitaciones, normas, moral y posibilidades …" (BECK & BECK 2001, p.20). [4]

Si entendemos a la familia como la "unión de personas que comparten un proyecto vital de existencia en común que se quiere duradero …" (PALACIOS & RODRIGO 2001, p.33), admitimos el desarrollo de relaciones de confianza, reciprocidad e interdependencia entre sus miembros, hasta lograr consolidar la pertenencia al grupo, así como la evolución individual y grupal. [5]

Dentro de la tradición en psicología, la familia se considera como el contexto primordial de desarrollo y formación de la persona porque le ofrece un "marco ideal para socializarse" (CEBALLOS & RODRIGO 2001). En la familia se "genera y transmite la forma básica del valor moral: las maneras de vinculación social, que es lo que sostiene lo comunitario y los imaginarios – el sistema de representación de la cultura …" (VIDAL 2003, p.357). A consecuencia de la influencia sociocultural, en la familia aparecen patrones comunes relativos a la comunicación intrafamiliar, la educación de los hijos y, en ésta, el papel que desempeñan el padre y la madre. [6]

En virtud de las funciones que cumplen el padre y la madre en la familia, conviene establecer las características y particularidades de género que inciden sobre el estatus y el rol de los diferentes miembros. Por una parte, el rol femenino es dinámico, participativo y adaptable a las diferentes situaciones de la vida actual; por otra parte, el rol masculino comienza a apropiarse funciones de cuidado y educación de los hijos. Dentro de esta dinámica, tener hijos es una decisión que se adopta por consenso entre la pareja, en razón de sus necesidades psicológicas y emocionales. Las prácticas de hacer familia muestran una re-configuración que sugiere el tránsito hacia una "democratización" (GIDDENS 2000) de las relaciones entre la pareja. [7]

Los diferentes modos de la vida familiar no contradicen ni la existencia de las tareas comunes que se cumplen a lo interno de este grupo, ni la negociación de roles que ocurre con respecto a la distribución de responsabilidades, toma de decisiones, definición de reglas de funcionamiento, etc. Desde esta perspectiva, la familia vendría a ser "la negociación y la complementariedad de estas tareas" (GARCÍA & MUSITU 2000, p.53), dicho de otro modo, la dinámica en la vida familiar no es un estado definitivo sino un proceso en permanente construcción que supera la simplificación de las formas estructurales (nuclear, reconstituida, extensa, etc.) que puede adquirir y que define múltiples formas de familia en lugar de a "la familia". [8]

Precisamente, la transición que enfrenta la familia en la actualidad (BECK-GERNSHEIM 2003; BECK & BECK 2001; SHARIM 2006), conserva una mixtura entre lo tradicional y las nuevas expectativas frente a la familia, la identidad, los roles de género y la relación con otras instituciones del espacio público. Es un hecho que la participación de la mujer en el medio laboral, el acceso de los diferentes miembros de la familia a niveles superiores en el sistema educativo y los cambios que acontecen en las relaciones entre hombres y mujeres (SHARIM 2006; VIVEROS 2000), han repercutido en un nivel de participación social, laboral y política diferente al de hace algunas décadas, también han permitido una mirada distinta al interior de la familia y de su cotidianidad. [9]

La familia constituye el medio de desarrollo para las distintas etapas del ciclo vital (PALACIOS 1999). De tal forma que en cada una de ellas (niñez, adolescencia, adultez y ancianidad), se cumplen los diferentes procesos, implicados en la evolución y realización de las personas, que definen la trayectoria de vida. Los cambios históricos, socioeconómicos y culturales indudablemente repercuten sobre el ciclo de vida familiar y en el de sus miembros. Sin embargo, la diversidad de contextos y prácticas sociales permiten singularizar en lugar de universalizar las realidades familiares; las "influencias epocales" (OSSA, GONZÁLEZ & REBELO 2003) revelan variedad de prácticas familiares y formas de significarlas de manera compartida en contextos locales y micro-culturas. [10]

2.2 La familia popular venezolana

La llamada "familia popular venezolana", es identificada a través de algunos rasgos que la describen por su diversidad. Uno de estos rasgos es la heterogeneidad en la estructura que presentan las familias habitantes de los centros urbanos populares en Venezuela (MORENO 1993, 1995; TRIGO 2005). Su naturaleza compleja se distingue en la variedad de uniones (familias monoparentales, familias nucleares, parejas reconstituidas, familias extendidas, parejas sin hijos, etc.) y en el tipo y número de miembros que conforman los grupos familiares. Este rasgo es atribuido por otros autores (RECAGNO-PUENTE & PLATONE 1998), al impacto diferencial experimentado por la familia como consecuencia de los procesos de modernización que ha tenido el país desde los años 1960. [11]

Otro elemento distintivo de la familia popular es el proceso uniforme de su dinámica interna. En el funcionamiento de la familia se distingue a la madre y los hijos como miembros incondicionales del grupo y juntos caracterizan una experiencia de vida. A esta relación, MORENO (1993, 1995), la denomina "matricentrismo" y HURTADO (1995a, 1995b) la llama "matrilinealidad". Tales cualidades de estructura heterogénea y funcionamiento homogéneo de las familias populares pueden variar de acuerdo con la "estructuración de lo popular" (HURTADO 1995b), dicho de otra forma, en correspondencia con la variedad de "estratos socioeconómicos" que conviven en el mismo sector popular, generalmente IV y V de acuerdo a la estratificación realizada a través del Método Graffar-Méndez Castellano3) (FUNDACREDESA 2001). [12]

Conforme con este sistema de estratificación – Graffar-Méndez Castellano – (FUNDACREDESA 2001), para el caso del estrato IV, algunas de las características que definen a sus miembros son las siguientes: el jefe de familia es obrero especializado que percibe un salario; la madre tiene un nivel de instrucción de técnica superior universitaria; en diversos casos las mujeres ejercen el doble rol, madres y sostenedoras de la familia; la vivienda presenta deficiencias sanitarias, hacinamiento y promiscuidad; la educación de los hijos es responsabilidad de ambos padres aunque en muchos casos es solamente la madre quien la asume; uso de servicios públicos para salud y educación; beneficio de ayuda social suministrada por el Estado; valoración de la participación comunitaria en la solución de los problemas. [13]

En el estrato V los jefes de familia son obreros no especializados; el nivel de instrucción de la madre es de primaria completa y se dedica fundamentalmente al hogar; la vivienda presenta condiciones sanitarias inadecuadas, hacinamiento y promiscuidad; la vivienda habitada por dos familias; la responsabilidad sobre la educación de los hijos es similar a la del estrato IV; uso exclusivo de servicios públicos para salud y educación; recepción de ayuda social por parte del Estado; requieren información para la organización comunitaria en función de dar solución a los problemas que enfrentan. [14]

Visto así, lo popular nos remite a una cultura y a una condición socioeconómica de vida. Ambas son interdependientes y logran su expresión tanto en lo social como en lo psicológico, sus diferentes manifestaciones superan contextos geográficos en tanto es posible encontrar adaptaciones comunes a problemas que resultan comunes. La "cultura de la pobreza", como lo indica LEWIS (1975, 1983), además de representar las restricciones económicas, la privación y la escasez, simboliza los modos de sobrevivencia que desarrollan las personas frente a la pobreza. Ciertas características de los individuos pertenecientes a esta "cultura" incluyen la consideración del presente como el tiempo efectivo de las realizaciones, la restringida o nula planificación del futuro, lo que sitúa la vida en el ambiente inmediato y le otorga un sentido histórico restringido. [15]

La constitución y dinámica de las relaciones que se producen en el espacio íntimo de las familias presentan diferencias, en ellas se inscribe un deterioro de la figura del padre en tres planos diferentes que configuran su rol: el afectivo, el económico y el de figura de autoridad (RECAGNO-PUENTE 1998). Las limitaciones económicas que plantea el contexto, en tanto problema estructural, impiden al padre responder a la demanda de su rol como proveedor y repercuten incluso en las funciones de protección, cuidado y formación de los hijos. Además, la "inestabilidad material" generadora de opresiones, malestares y origen de rupturas y separaciones es considerada como el primer adversario del equilibrio familiar (UGALDE, ESPAÑA, LACRUZ, DE VIANA, GONZÁLEZ, LUENGO & PONCE 2005). Sin embargo, la falta paterna en la formación, cuidado y protección no es atribuible a factores meramente económicos, pues el incumplimiento de estas funciones paternas también se presenta en otros estratos socioeconómicos, incluso dentro del mismo sector popular, en padres que cuentan con capacidad económica. [16]

2.3 La familia venezolana de clase media

Para hablar de la familia venezolana de clase media también es necesario considerar aspectos culturales y económicos. Dentro de la dimensión cultural conviene destacar la evolución de la familia a partir de la segunda mitad del siglo XX y, en este proceso, el distanciamiento de los patrones tradicionales relativos a su estructura y dinámica. En estas familias, por lo menos uno de sus miembros tiene estudios de nivel universitario. Cuando la madre es profesional y se encuentra laboralmente activa, la organización familiar enfrenta modificaciones que repercuten en la forma de asumir la pareja y la crianza de los hijos (CAPRILES 2000; DE VIANA 2000; RECAGNO-PUENTE 2002). Tal situación de la madre ha traído como consecuencia una nueva representación de la familia que se expresa en: parejas sin hijos, madres solas como opción de vida, parejas reconstituidas, padres solos con sus hijos y sin pareja estable, entre otras estructuras, en donde los roles tradicionales de hombres y mujeres se cuestionan y en algunos casos entran en conflicto (RECAGNO-PUENTE 2002). [17]

Las diversas situaciones que confrontan mujeres y hombres de este sector, quienes deciden optar por una u otra forma de familia, están mediadas por lo que la cultura les ofrece: la socialización transmitida a través de su familia de origen, la obtención de niveles altos de escolaridad, la participación en el mundo del trabajo, el acceso a un nivel de vida con comodidades, los niveles de reflexión alcanzados para racionalizar y entender procesos complejos y difíciles como la separación o la muerte (CAPRILES 2000; FUNDACREDESA 2001). [18]

En lo relativo a la dimensión económica, en Venezuela estas familias se caracterizan por tener ingresos económicos estables, profesión y niveles de escolaridad elevados – tanto del padre como de la madre-, vivienda en condiciones buenas y/o superiores, todas estas propiedades les permiten organizarse de una manera más coherente con un estado de bienestar. De acuerdo con el método de estratificación social Graffar-Méndez Castellano (FUNDACREDESA 1996, 2001), estas características corresponden a los estratos II y III. [19]

En el caso particular de las familias del estrato III se les tribuyen las propiedades siguientes (FUNDACREDESA 2001): un nivel de escolaridad elevado, trabajo con sueldos mensuales, sin renta por ganancias y honorarios profesionales; condiciones habitacionales decrecientes y con amenazas por el hacinamiento y la promiscuidad; uso de servicios públicos de salud y educación; la participación social organizada se valora en tanto suponga la cogestión entre comunidad, gobierno y empresa privada a los fines de obtener la solución de los problemas que los afectan. A las anteriores se agregan otras cualidades (CATALÁN 2004), como el estilo de vida y el equilibrio que logran los miembros de la pareja de la combinación de funciones en el entorno familiar y socio-laboral. [20]

2.4 El significado de la experiencia

Las experiencias que forman parte la vida cotidiana no siempre son objeto de nuestros interrogantes y cuestionamientos más comunes, reflexionamos sobre ellas cuando asumimos como acto intencional su análisis crítico. Dentro de cualquier contexto de desempeño habitual del ser humano, las rutinas llegan a naturalizarse desde la acción y desde el modo en que cada comunidad de personas actuantes decide significarlas. Es a través del lenguaje y de lo discursivo que se refleja el consenso, la negociación y el acuerdo (BRUNER 1991, 2003). [21]

De esta forma, las historias que se construyen en el espacio colectivo representan una unidad de sentido y son el reflejo del tiempo en el cual se inscribe la historia de los distintos actores que en ella participan ... "Es como si la identidad de una persona, la forma de una vida humana concreta, el sentido de quién es y de lo que le pasa, sólo se hiciera tangible en su historia" (LARROSA 1996, p.28). Las historias que nos contamos además de simbolizar la trama de vida personal, porque al contarlas interpretamos lo que significa para nosotros lo vivido, constituyen el medio posible para la comunicación y comprensión de la vida de los otros, representan un recurso en la construcción y transformación de la historia de cada uno. [22]

El valor esencial de las historias está simbolizado por un conjunto de factores estrechamente vinculados: a) el carácter humano presente en la construcción, interpretación y representación de sí mismo que hace cada protagonista; b) la trama que conforman en su contenido las acciones e intencionalidad humana y se manifiesta en una mezcla entre lo real e imaginativo; c) el contenido cultural y subjetivo que entrañan, el cual habla a su vez de una persona y de las personas; d) el poder que tienen para la negociación social y para versionar el mundo desde sus épocas más remotas; e) el carácter humano que comportan las historias permite aceptar como una propiedad, también humana, el hecho de su transformación (BRUNER 1991). [23]

En la interpretación de las historias narradas por otros se valora la existencia de muchos mundos posibles cuyo origen se ubica en la creación de diversos significados y realidades y, en el acuerdo que permite la construcción de nuevos significados; este acuerdo actúa, a la vez, como mecanismo regulatorio de las relaciones entre los individuos (BRUNER 1991, 1998). En esta línea cobra relevancia la interacción entre los miembros de un grupo, como medio para favorecer el intercambio y para generar asentamientos, expresiones y situaciones culturales, que no son otra cosa que espacios y áreas de pertenencia donde se comparten y negocian formas de interpretar el mundo. [24]

3. Método: Características del estudio

El propósito de la investigación que presentamos fue construir un sentido de la familia a partir de los significados que le otorgan hombres y mujeres de tres generaciones que tienen condiciones socioeconómicas diferentes. Este objetivo se inscribe en el proyecto "Género y vida familiar: un estudio de significados". [25]

Se partió de los resultados obtenidos en cuatro estudios previos (MORA 2003, 2007; MORA, OTÁLORA & RECAGNO-PUENTE 2006; OTÁLORA & MORA 2004), todos ellos derivados del proyecto "Género y vida familiar: un estudio de significados". En estos estudios se trabajó con un abordaje cualitativo con la finalidad de estudiar la vida cotidiana desde el enfoque que le dan los propios actores (MARSHALL & ROSSMAN 1989; STRAUSS & CORBIN 2002) y de captar el sentido que subyace a lo que se narra respecto a lo que se vive (BANISTER, BURMAN, PARKER, TAYLOR & TINDALL 2004). Se utilizó el "estudio instrumental de casos" (STAKE 1999) como estrategia para abordar la diversidad de cada grupo familiar y, para profundizar en el conocimiento de los casos particulares. [26]

En coherencia con el objetivo propuesto de construir un sentido de la familia a partir del conocimiento de las perspectivas que tienen los diferentes miembros que la conforman y de la comprensión de los significados que manejan lingüísticamente, se realizaron "entrevistas en profundidad" (TAYLOR & BOGDAN 1990) con un total de 31 informantes, integrantes de 14 familias habitantes de Caracas, pertenecientes a los estratos socioeconómicos II (3 familias), III (2 familias) que corresponden a familias de clase media – FCM; IV (6 familias) y V (3 familias) en los que se ubican las familias populares – FP. Esta clasificación se realiza de acuerdo con el "Método Graffar-Méndez Castellano" (FUNDACREDESA 1996, 2001). Se optó por el trabajo con diferentes niveles socioeconómicos con la intención de lograr un conocimiento de la diversidad y complejidad poblacional que conforma de modo natural a la ciudad de Caracas, para no alterar esta condición y no abordar un solo sector, lo cual daría una visión parcial del fenómeno. [27]

Se emplearon guiones semiestructurados diferenciados por género y edad. El procedimiento para realizar el trabajo de campo incluyó la visita a los hogares o lugares de trabajo de los participantes y una o dos sesiones de entrevista por cada uno de ellos. Esta decisión de visita a los hogares y lugares de trabajo se tomó para facilitar el acceso a los informantes y no interferir con sus horarios laborales y actividades cotidianas. [28]

Los grupos familiares fueron seleccionados atendiendo a los criterios de "heterogeneidad y accesibilidad" (VALLES 2000, p.91), con ello se buscó respetar la variabilidad existente en las estructuras familiares, así como en el número y tipo de miembros que las componen. El acceso a los grupos familiares se llevó a cabo de manera secuencial a través de contactos establecidos con mediación de colegas o de las familias previamente entrevistadas. La selección de los casos se efectuó por cada grupo familiar a través del "muestreo de casos" (FLICK 2004, p.75) y según los criterios de género, edad y tipo de parentesco, lo que determinó la participación de mujeres y hombres pertenecientes a grupos de edad diferentes y con roles distintos dentro de la familia. Para efectos de publicación se utilizó el "muestreo para la presentación" (FLICK 2004, p.75), una selección hecha de los relatos de los participantes sobre el material más ilustrativo de los conceptos trabajados en la producción teórica. [29]

La información obtenida en estos estudios se analizó con el "método comparativo constante", con la finalidad de generar teoría fundamentada (STRAUSS & CORBIN 2002). El desarrollo de este método contempla la codificación como actividad dinámica y flexible que varía según el nivel de complejidad que supone la codificación abierta, axial y selectiva. [30]

En los estudios a partir de los cuales se fundamenta la teoría se cumplió con: La codificación abierta: implica la identificación de fenómenos y conceptos en la información que es objeto de análisis. La información así delimitada se organiza en categorías y subcategorías cuya característica es el nivel descriptivo que permiten. [31]

La codificación axial: implica un nivel superior de explicación de los fenómenos y la expresión de relaciones entre las categorías y subcategorías. Su desarrollo ocurre en paralelo al proceso anterior. [32]

La producción teórica desarrollada en este artículo corresponde a la codificación selectiva: se refiere a la integración y refinamiento de la teoría. En ella se logra la articulación de categorías y subcategorías en un producto de mayor alcance, la conceptualización y refinamiento de las descripciones y proposiciones fundamentadas en los datos. [33]

4. Discusión de resultados. Los significados alrededor de la familia

La experiencia de investigación con familias populares y con familias de clase media habitantes de la ciudad de Caracas, a través del proyecto "Género y vida familiar: un estudio de significados", ha permitido realizar algunas contribuciones para la discusión alrededor del tópico de los cambios en la asunción de roles dentro de la familia y de la estructura familiar. Los temas que se presentan a continuación surgen de publicaciones del proyecto que se realizaron previamente. Se ofrece una síntesis de cada una de ellas destacando los conceptos, discusión de la información obtenida y conclusiones centrales. A modo de ilustración se presenta en cada caso una selección de los relatos que consideramos más demostrativos de los conceptos trabajados. [34]

4.1 "El sentido de las costumbres en las narrativas de dos familias populares" (MORA 2003)

Al hablar de la familia popular se impone el plural que da cuenta de la heterogeneidad de estructuras (parejas con o sin hijos, parejas por unión de consenso o vínculo legal, madre sola dentro de una familia extensa modificada) del número de miembros que la conforman y, esencialmente, de la dinámica que sucede en cada uno de los hogares que forman parte de este sector. [35]

Sobre el último aspecto, en este estudio encontramos que las variaciones entre familias se derivan de razones diferentes: la pertenencia a un estrato socioeconómico distinto dentro del medio popular (IV o V); el tipo de principios y/o valores del conjunto que definen las costumbres familiares (responsabilidad y cuidado sobre los hijos; ejercicio de la autoridad e imposición de castigos). [36]

4.1.1 Continuidad intergeneracional de principios

Los principios que rigen la vida de algunas familias del medio popular ubicadas en el estrato V, es posible distinguirlos por su persistencia en las diferentes generaciones (abuelos, padres e hijos). Así encontramos que la responsabilidad y cuidado sobre los hijos, por ejemplo, es una práctica exclusivamente femenina por razones diversas de fuerte incidencia y repercusión cultural: por la ausencia paterna, porque la madre lo asume directamente aún con la presencia del padre, porque se determina culturalmente.

"Yo siempre he trabajado para mantenerlos a ellos ... [las mujeres] de por sí debemos ser luchadoras y siempre nos toca ..." (FPV4), Elsa, madre, 35ª).

"En algunas cosas sí [nos parecemos mi mamá y yo], somos oficiosas porque a mí me gusta hacer oficios como ella [De una hija me gustaría] ... que fuera oficiosa y que me ayudara, que fuera como yo" (FPV, Yanira, hija, 17ª).

"... las mujeres son para cuidar los niños … el trabajo se hizo para el hombre no para la mujer, la mujer en la casa haciendo los oficios y el hombre trabajando para traerle a la mujer ... las mujeres ya las enseñan a cocinar desde pequeñas y los hombres no, porque cuando son pequeños se la pasan echando broma por la calle, en cambio las mujeres no pueden hacer lo mismo, porque ya es diferente, tienen que estar en su casa limpiando, cocinando ..." (FPV, Yorman, hijo, 18ª). [37]

En síntesis, resulta de interés poder identificar una línea común en los significados que se manejan dentro de la familia alrededor de temas como el trabajo y el logro de metas a consecuencia del esfuerzo sostenido. Este hecho resulta complementado por ser el trabajo y el esfuerzo cualidades que culturalmente se atribuyen a la mujer, que ésta asume y despliega concretamente en la crianza de los hijos. Una atribución de género que separa claramente el rol masculino y le asigna funciones de proveeduría con una valoración social diferente. [38]

4.1.2 Las tradiciones cambian ...

Cuando se hace referencia al ejercicio de la autoridad y a la imposición de castigos, es posible apreciar diferencias intergeneracionales que distancian al maltrato del ejercicio democrático de la autoridad. Estas diferencias podrían explicarse por el nivel educativo alcanzado en la segunda y tercera generación con respecto a la primera y por el ascenso en el estrato socioeconómico, con las ventajas que ello supone del acceso a la información, la interacción social en otros contextos laborales y educativos, etc. Podríamos indicar además los cambios culturales que inciden a favor de la valoración del consenso familiar en el manejo de las normas y en la dinámica de interacción entra padres e hijos.

"… me acuerdo que mi papá, cuando nosotros estábamos chiquitos, mi mamá no trabajaba y él llegaba: '¿hiciste la comida?, ¿los muchachos comieron?, sácame las cholas' y nosotros le sacábamos las cholas, después se volvía a parar y mi mamá le hacía comida, lavaba, él se iba, venía, a veces se desaparecía un mes, dos meses, para mí eso lo que era, es como, no joda, como una enfermedad mental porque ahora tú analizas y qué ganan ellos con ese carácter y entonces afuera tenían otra mujer, a veces le pegaba a mi mamá también" (FPIV, Francisco, padre, 42ª).

"... mi papá era demasiado estricto ... nosotros no salíamos para la calle, no podíamos andar en fiestas porque si nosotros salíamos para una fiesta y se pasaba la hora nos cerraba la puerta y después nos daba una paliza ... uno no podía estar hablando así con alguien porque en la calle lo hacía pasar pena ..." (FPIV, Gisela, madre, 40ª).

"… yo pienso que es el tiempo, el tiempo va cambiando. Yo pienso que no es igual como me criaron a mí a como criaron a mi papá, o como criaron a mi mamá. Yo creo que eso va cambiando con los años, las tradiciones ..." (FPIV, Jesús, hijo, 21ª). [39]

En síntesis, algunas costumbres de las familias estudiadas logran traducirse en experiencias de crianza y educación de los hijos, en valores y tradiciones que se promueven y cultivan en el hogar. En la práctica es identificable la variabilidad de las costumbres entre una familia y otra aunque existen elementos comunes que les dan a éstas carácter de pertenencia a una misma cultura. La tradición y la vivencia de circunstancias similares entre generaciones en un contexto que es afín, podría ser una de las explicaciones del fortalecimiento de las costumbres que se da en las familias populares. La diferencia fundamental la ofrecen las interpretaciones sobre los cambios en el contexto que realizan los jóvenes de la tercera generación con respecto a sus padres y abuelos. En otras familias también presentan una posición distinta los adultos de la segunda generación, quienes desean cambiar las costumbres de vida con respecto a la primera generación, porque han creado formas propias para la educación de los hijos a partir del rechazo a las prácticas que experimentaron con sus padres. [40]

4.2 "El significado de la infidelidad en el contexto de la pobreza" (OTÁLORA & MORA 2004)

Las características del contexto sociocultural donde viven las familias populares determinan que estos grupos experimentan modificaciones en su constitución y relaciones. Aunque es posible encontrar estructuras diferentes (madre sola con hijos de diferentes parejas; uniones establecidas por consenso, con o sin hijos; uniones legalmente establecidas, con o sin hijos, entre otras), un hecho notorio de señalar es que la estructura nuclear de la familia en el sector popular resulta reafirmada por la presencia de la familia extensa, la cual representa un soporte para la sobrevivencia. [41]

Un evento frecuente y significativo para la vida de algunas de las familias estudiadas que pertenecen al sector popular lo constituye la "infidelidad". Las significaciones que ofrecen hombres y mujeres al respecto configuran posiciones distintas por género que reproducen el patrón cultural existente. Son además el reflejo de una práctica que alcanza niveles de tolerancia diferenciales marcados por el género y por la condición socioeconómica que se tenga, así, la mujer que vive en situación de extrema pobreza pareciera ser más tolerante o asumir como un hecho "normalizado" la infidelidad de su pareja. [42]

4.2.1 La familia: relaciones, encuentros y desencuentros

La familia constituye una entidad primordial para la vida de sus miembros, se valora de esta forma porque en su interior ocurren procesos que le permiten a cada uno de ellos sentir que cuenta con apoyo y compañía, con el soporte necesario para desarrollar su identidad. A pesar de ello, la concepción de la familia adquiere matices diferentes desde la perspectiva que tiene el que la define. De tal modo que el género, la edad y el rol que se cumple dentro de la familia determinan una concepción distinta. Entre los adultos, las mujeres significan a la familia a partir de los hijos, los hombres desde la unidad mujer e hijos; las mujeres jóvenes destacan la ausencia del padre y lo excluyen de sus concepciones, los hombres jóvenes se refieren a la familia desde la estructura nuclear.

"… mi familia son mis hijos, porque a la hora de cualquier problema salen ellos" (FPV, Rosa, madre, 40ª).

"Bueno, la familia es lo principal para uno el hombre ¿no? Y, la mujer igualmente, y las relaciones deberían ser conjuntamente mutuas" (FPV, Jorge, padre, 40ª).

"La familia somos mi mamá y nosotros ... Es algo bonito: si hay un problema lo resolvemos entre todos, si falta algo alguno lo busca, cuando hay cariño, cuando hay amor, también comprensión. La familia es algo grande. Lo único que siempre ha habido aquí, todo lo malo que ha pasado ... así, después que mi papá se fue ... Todo el trabajo que hemos pasado" (FPV Yanira, hija, 17ª). [43]

En algunas familias, las relaciones determinadas por el género llevan a repensar algunas funciones de los roles habitualmente desempeñados por hombres y mujeres. Es el caso que el rol exclusivo de proveedor que se la asigna a la figura del padre resulta calificado por algunas madres como prescindible frente a otras funciones como las afectivas y/o de participación directa en el funcionamiento del hogar. Este planteamiento resulta interesante desde la perspectiva de una consideración simbólica de la familia, diferente al mandato cultural o a la vivencia caracterizada, en este caso, por la ausencia del padre.

"... uno necesita una pareja para que le ayuden a uno en los deberes de la casa, para que lo ayuden a uno en muchas cosas, porque uno por lo menos va a arreglar algo en la casa es por lo menos útil tener una pareja pero que lo ayude a uno … yo que tengo ese poco de muchachos, que me ayude económicamente y que me ayude a sacar a los muchachos adelante …" (FPV, Elsa, madre, 35ª). [44]

Por otra parte, las jóvenes al referirse al futuro y, en él, a la interacción familiar, contemplan también las posibilidades e inconvenientes que supone la constitución de una nueva familia. Se muestran cautelosas tras la valoración que hacen de sus vivencias en la familia de origen y de las experiencias que suceden en otras familias que son parte de su comunidad.

"Yo digo, yo no voy a salir de mi casa para ir [a] estar en otro lado aguantándole humillaciones a nadie, si voy aguantar humillaciones, le aguanto a mi mamá. Ahorita los hombres lo que quieren es 'aquello', dejarla embarazada a uno y irse pa' …" (FPV, Yasmín, hija, 15ª). [45]

4.2.2 La infidelidad: la familia atrapada en el juego de la traición

Una relación se sostiene por el amor, la confianza y el respeto que se profesan entre sí los miembros de la pareja. La infidelidad representa un enemigo al acecho permanente, cuando se hace presente, la disolución de la relación es el efecto inmediato, porque se considera que la infidelidad contraviene los principios que le dan razón de ser y sentido a la pareja, al menos ésta es la perspectiva que manejan hombres y mujeres adultos con uniones de larga data.

"Yo le digo una cosa, el que quiere y ama no engaña a su mujer ... Si L. me es fiel, yo también con L., para toda la vida" (FPV, Juanita, madre, 40ª).

"[La infidelidad] es prácticamente una separación, eso sería una separación porque, ya con tanto tiempo por lo menos viviendo con ... J. y llegara a pasar eso ..." (FPV, Leandro, padre, 38ª). [46]

Al sentido de la infidelidad subyacen elementos de orden cultural que marcan la presencia diferenciada por género de atributos sociales que se le otorgan al causante: de estigma sobre la mujer; de reafirmación de la masculinidad para el hombre. Contrariamente, los atributos se invierten con respecto al que sufre la infidelidad: cuando es una mujer, ella se constituye en objeto de consideración por parte de los allegados, tal vez un reafirmar de su destino; en el caso del hombre, la infidelidad supone para él un estigma por ser una afrenta a su hombría.

"No, los hombres nunca se rayan ... no es igual que una mujer le monte cacho a un hombre, a que un hombre le monte cachos a una mujer ... Porque la gente va a decir, la gente siempre critica más a la mujer que al hombre … El hombre nunca se raya como la mujer …" (FPV, Yorman, hijo, 18ª). [47]

En síntesis, ante la infidelidad la familia enfrenta una disolución irremediable, pero la infidelidad hace también a las familias populares vulnerables a quedar atrapadas en "la normalización" del engaño y a definirse por una estructura homogénea caracterizada por las figuras de madres solas con sus hijos y con parejas itinerantes, que pueden sobrevivir porque cuentan con el soporte que ofrece la familia extensa. Observamos que la ideología subyacente a la infidelidad presenta algunas regularidades en el discurso de hombres y mujeres del sector popular: en el caso de ruptura de la pareja la responsabilidad sobre los hijos y el hogar la asume la mujer. Sin embargo, también es común la consideración sobre los siguientes aspectos: la maternidad como destino para la mujer es un hecho natural; el matrimonio representa el estado ideal que se desea para las hijas; la conformación de pareja es una meta a corto plazo que aspiran cumplir las adolescentes; el hombre infiel no es objeto de sanción social y familiar; la figura masculina es sobrevalorada como símbolo de protección y sostén de la familia. [48]

4.3 "El hombre y la mujer frente al hijo. Diferentes voces sobre su significado" (MORA, OTÁLORA & RECAGNO-PUENTE 2006)

El hijo y la relación que se mantiene con él vienen a constituir para hombres y mujeres una presencia y una existencia que permiten significar a la familia de manera diversa. Para las mujeres, el hijo concede su realización como mujer a través de la maternidad (un hecho que hace parte de su proyecto de vida o se constituye en su único proyecto de vida). Para los hombres, el hijo representa una señal concreta de su identidad y de su reafirmarse en el mundo; aunque el hijo no necesariamente sea el único signo que da sentido a su existencia, sí determina para algunos hombres ajustes y organización de sus proyectos de vida alrededor de la paternidad. Para el sostenimiento de la pareja, el hijo es considerado por algunas mujeres como "un recurso" al cual se apela para reafirmar al hombre en su masculinidad y eventualmente para retenerlo en el hogar. [49]

4.3.1 Ser madre un hecho incuestionable

La existencia de la madre y el hijo, como la del padre y el hijo constituyen unidades de acontecimiento inseparables como resulta propio de cualquier relación. A esta unidad de vínculo se agregan elementos relativos a la determinación cultural e ideológica de las prácticas de maternidad, paternidad e interacción con el/a hijo/a que hacen parte del vivir cotidiano y determinan los significados que hombres y mujeres le otorgan a su hijo/a.

"Los hijos es un don que uno tiene, que Dios le ha dado a uno, son cosas muy hermosas para uno" (FPV, Elsa, madre, 35ª).

"Cuando mi hija [nació], que me di cuenta que tenía por quién ver, por quién luchar, algo mío, mío, mío. Ya después que mi hija nació yo cambié demasiado porque antes yo me iba a bailar, me iba con mis amigas, ahora no ..." (FPIV, Julia, madre, 23ª). [50]

En síntesis, la maternidad como hecho y parte del proceso de vida en la mujer se constituye a partir de la presencia del/a hijo/a y representa una referencia importante en su existencia. Desde el momento de su acontecimiento, la maternidad comienza a ser un símbolo de la feminidad, de la adultez y la responsabilidad que distingue a la mujer de sus pares que no comparten esta situación. [51]

4.3.2 Maternidad: identidad y proyecto de vida

Las mujeres que enfrentan solas la crianza, asumen a los hijos como una responsabilidad indeclinable. Los hijos pasan a formar parte del proyecto de vida de estas madres, aunque ellas consideren que su llegada ha tenido como consecuencia la interrupción de su realización personal en otros espacios. Esta situación presenta contrastes con la de aquellas madres que han alcanzado niveles educativos diferentes, para ellas el desarrollo en el plano laboral representa una vía para mejorar las condiciones de vida de sus hijos/as.

"... para mí mis hijos son lo máximo ... para mí es lo ideal, es lo primero, es lo principal, es mi base, es todo, un todo yo. Ellos, sobre todo, son primero" (FPIV, Soledad, madre, 31ª).

"… gané mis hijos que no me arrepiento de mis hijos, pero yo quería seguir estudiando" (FPIV, Julia, madre, 23ª). [52]

En síntesis, además de la identidad que confiere a la mujer la presencia del hijo, le representa un conjunto de responsabilidades que ella asume como exclusivas (esté o no presente el padre) y excluyentes de la participación del padre. Estas responsabilidades al corto y largo plazo repercuten en otras actuaciones personales que se postergan o eliminan como opciones de vida. Pareciera entonces que para algunas madres del sector popular el hijo es un bien deseado que se asume (que puede convertirse en "carga") y que define el papel de la mujer en el mundo. [53]

4.3.3 El hijo de cara a la relación de pareja

Formar una nueva familia bajo el abrigo y el apoyo de la familia de origen genera en las nuevas madres un sentimiento de seguridad y un modo específico de relación con los hijos. Los roles de hija y madre se complementan en la práctica, por lo que la presencia y funciones del padre disminuyen. Caso contrario sucede cuando la madre es sola y vive independiente de su familia de origen, aquí el padre se considera como proveedor y autoridad para los hijos. En este sentido, más allá de ser el sustento para el hogar, una función que determinan la cultura y la madre, la paternidad se ejerce de otra forma si la madre confiere la oportunidad al padre y si éste logra establecer una relación sólida con los hijos.

" ... los hombres cuando buscan una pareja, se casan con una persona, siempre desean tener un hijo; lo que pasa es que algunos toman la responsabilidad algo, otros no" (FPV, Elsa, madre, 35ª).

"… los hijos no amarran a los hombres, los hijos nos amarran a nosotras … a veces se cree que se va a amarrar a un hombre por un hijo y el que se amarra es uno … porque uno tiene que lavar, planchar, los teteros, llevarlo al médico" (FPIV, Julia, madre, 23ª). [54]

En síntesis, la presencia del hijo, desde los significados elaborados por mujeres, repercute en la vida y funcionamiento familiar. Por un lado, frente a la pareja representa la satisfacción de un deseo masculino y un recurso (hasta cierto punto engañoso para la vida de la mujer) asumido por algunas para conservar la compañía del hombre; por otro lado, reacomoda y delimita los roles del hombre y la mujer, en tanto proveedor y cuidadora. [55]

4.3.4 "Ser padre" ... la oportunidad de "Ser"

El/a hijo/a encarna, para el hombre, la posibilidad de realizarse y consolidar su identidad. En los casos en los cuales el ejercicio de la paternidad se fundamenta en la relación con el/a hijo/a, éste/a se constituye en el motor de las acciones del padre y le permite reorganizar su proyecto de vida alrededor de la familia. Tal hecho es característico de familias del sector popular que presentan mejores condiciones socioeconómicas, particularmente las pertenecientes al estrato IV.

"[un hijo] ... para mí significaría un regalo de Dios, una cosa muy bonita que le manda Dios a uno, pues ... un hijo es lo más importante para uno, el padre y la madre ..." (FPV, Yorman, hijo, 18ª).

"Bueno, mis hijos para mí significan algo demasiado especial … por ellos y para ellos que es lo mejor, con todo el sacrificio. Y le digo que para mí es algo normal, que me nace de adentro para ellos y quiero darles un ejemplo a ellos que no es igual al mío …" (FPV, Arturo, padre, 21ª). [56]

En síntesis, la paternidad al igual que la maternidad constituye un estado del ser que reafirma la identidad del hombre. El ejercicio de la paternidad plantea una particularidad en el caso del estrato socioeconómico IV, en parejas que tienen años de vida juntos y la madre tiene un empleo permanente. A través de los años de convivencia constante con los hijos y una mayor participación en su cuidado y crianza, estos padres experimentan una práctica que no resulta común para todos los hombres del sector. Los hijos para ellos representan la razón de ser de su actuar en el mundo y conceden un significado especial a sus vidas, donde la responsabilidad y el buen ejemplo hacen parte de su vivir cotidiano. [57]

4.4 "La familia en la sociedad de hoy. Vivencias de venezolanos de clase media" (MORA 2007)

Las familias de clase media experimentan un proceso de transformación. Los cambios principales se manifiestan en su estructura, constitución y estabilidad. Tales cambios dan cuenta además de las causas de las crisis que experimenta y la mantienen en varibilidad constante. Son notables las modificaciones en las funciones de rol que cumplen hombres y mujeres dentro del hogar y de la mujer en el espacio socio-laboral, además de las repercusiones que tienen estos hechos dentro de la dinámica familiar. [58]

4.4.1 Lo que la familia es ...

Las interpretaciones que elaboran las personas acerca de la familia se realizan desde la base de su historia personal, su actuación social y las normas por las cuales se rigen, estas interpretaciones se proyectan a otros contextos sociales, prácticas y experiencias de vida.

"La familia para mí es fundamental dentro de lo que es la estructura social ... desde el punto de vista de protección, yo digo que he tenido una suerte de tener la familia que tengo … desde muchacho siempre hubo ese empuje, tanto de mi mamá como de mi papá para que nosotros nos preparáramos, estudiáramos y, todavía, en este momento de adultos … ellos siguen pendientes de uno, qué está haciendo, cómo lo está haciendo, si lo está haciendo" (FCMIII5), Rubén, padre, 38ª).

"Yo no me puedo imaginar una vida sin familia … en la media en que creces, te das cuenta que tú eres lo que en gran media era tu familia en términos de compartir unos valores, compartir una cultura ..." (FCMII, Rosa, 35ª).

"[La familia] … para mi tiene un valor muy significante porque a uno le da apoyo en todo, los estudios y eso, entonces, a uno como que lo van animando y yo tengo bastante en alto a mi familia, a mi me parece muy bien" (FCMIII, Leonardo, hijo, 14ª). [59]

En síntesis, a la familia se le atribuyen funciones de protección, apoyo, formación y de ser referente para la actuación del individuo. Todas ellas insustituibles e imprescindibles para la vida de la persona y para el funcionamiento social. Al ser vista como un centro de modelaje cultural la familia representa, para algunos miembros de la clase media, el pilar que sirve de soporte a la existencia de la sociedad. [60]

4.4.2 "Ese hogar materno ... la familia que uno tiene hasta el final"

La familia de origen es valorada en tanto recinto donde se establecen los vínculos afectivos primarios y se forma la identidad personal. Los estilos y costumbres inéditas pasan, junto con las prácticas y principios tradicionales de la familia a ser parte de la cultura personal. Estos insumos se incorporan a las nuevas familias que las personas crean, las cuales se distinguen por su funcionamiento plural y discontinuo.

"... la familia que uno tiene hasta el final, hasta la muerte, es el hogar donde uno se crió ese hogar materno, hasta el final yo creo que eso está ahí, yo lo siento así, esa cosa que ya uno no tiene cómo pagarle a los padres lo poco o lo mucho que le hayan dado a uno porque es algo que yo digo que ellos dejan de vivir" (FCMIII, Rubén, padre, 38ª).

"... yo vengo de una familia de clase media y yo lo que vi fue trabajo, superación y, claro, eso es un casete para uno y un proyecto de vida ... Y yo siento que F. [ex pareja] siempre fue muy alejado de su familia, no tenía una noción de familia como muy clara, hoy en día lo veo …" (FCMIII, Laura, madre 50ª). [61]

En síntesis, algunas personas del sector socioeconómico medio reconocen a la familia de origen como el contexto orientador del desempeño para la vida. Particularmente, la familia donde se nace representa el ámbito que provee de mayor seguridad al individuo, una garantía que no es negociable y no tiene parangón en ningún otro lugar de actuación, además, desde allí parecieran trazarse las bases de la actuación futura. [62]

4.4.3 La nueva familia: relaciones y procesos

La nueva familia, aquella que se construye, adquiere identidad propia y pareciera distanciarse de algún modo de la familia de origen en su estructura y funcionamiento porque se ajusta a la actualidad, con ello enfrenta formas plurales que imprimen a su dinámica interior signos originales marcados por los rasgos de individualidad y por las formas de convivencia que desarrollan sus miembros. En ella, se le otorga valor a la pareja, tanto por ser referencia de complemento y apoyo para el individuo, como por el reconocimiento y el estatus que adquiere dentro de su medio familiar y social.

"La pareja es la parte que te da como un enriquecimiento, una fortaleza a ti como individuo, yo sí soy de los que creo que detrás de un gran hombre hay una gran mujer y detrás de una gran mujer hay un gran hombre, pero si bien es cierto uno es uno, siempre como que necesitas el apoyo, el consejo, ese punto de referencia que siempre te va a dar la persona que está a tu lado como individuo ..." (FCMIII, Marcos, 40ª).

"... cuando comencé a pensar qué le daba estabilidad a mi relación de pareja, yo diría que la validación social de nuestra pareja, eso la hacía estable. El hecho de que no fuera una relación de pareja escondida o solamente entre nosotros y el grupo pequeño de amigos o un solo grupo, el grupo gay, sino que eso implicara hermana, sobrina, mamá, papá, qué sé yo, los tíos ... eso era reconocido por unos abiertamente, por otros por necesidad, no había manera de oponerse, sobretodo si el núcleo principal era tan abierto ..." (FCMII, Félix, 49ª). [63]

Con respecto a los hijos es posible encontrar una variabilidad en los significados que le otorgan particularmente algunas mujeres que han formado una nueva familia. Por una parte, advertimos que la cultura de manera prioritaria ejerce una influencia considerable sobre la elección de la maternidad como opción de vida para las mujeres; por otra parte, distinguimos la preeminencia de la racionalización sobre el papel que cumplen los hijos en la vida de las personas y de la familia, así como el compromiso que conlleva la resolución de tenerlos.

"[Los hijos] Han llenado mi vida desde todo punto de vista, es que ha sido maravilloso ... los que tenemos hijos de alguna manera cumplimos con la biología ... con los hijos yo retomé también mi parte espiritual" (FCMIII, Laura, madre 50ª).

"A mí me parece que los hijos son una responsabilidad bárbara entre otras porque no te pertenecen, son personas que con suerte uno ayuda a crecer en términos de brindarles protección, ciertos parámetros vitales que me parecen importantes, ciertos valores, pero que llegado su momento ellos escriban las páginas de su vida como tienen a bien hacerlo, te guste o no te guste …" (FCMII, Rosa, 35ª). [64]

El funcionamiento de estas familias de creación reciente es versátil, por ello, distante de la estabilidad, del desarrollo de acuerdos para la convivencia y de las estrategias para el mantenimiento de la vida afectiva de la relación que lograban, en general, los miembros de generaciones anteriores (padres y abuelos). El amor concebido como una ganancia progresiva, de consolidación paulatina a lo largo de la vida en común y de expresión cambiante durante el tiempo de la relación, pareciera hoy en día no tener el tiempo para manifestarse ni tampoco expresarse de la forma en que otrora se vivía.

"... el amor es un sentimiento ligado a la existencia misma ... la convivencia también es un caldo al cultivo del amor y es producto también del amor, porque si uno no quiere a la gente, no convive" (FCMII, Paulo, abuelo, 84ª).

"Yo creo que nosotros somos dos personas como muy sencillas, que no tenemos esas cosas de complicación, no somos de esa gente polémica, somos más o menos tranquilos, claro que no te puedo decir que algunas veces discutimos por alguna cosa …" (FCMII, Gabriela, abuela, 75ª). [65]

En síntesis, las familias de formación naciente enfrentan procesos y relaciones que se apartan de la familia de origen. La pareja, los hijos y los vínculos se definen y existen de manera distinta a la familia de procedencia. Esta distinción se establece con respecto a las formas seguidas para hacer familia por los padres y abuelos frente a las nuevas generaciones. La diferencia fundamental entre éstas y aquellas familias estriba en las concepciones modernas que adoptan los individuos con respecto a la vida, las transformaciones que ocurren en el desempeño de rol que realizan hombres y mujeres en el hogar, la manera que adoptan para resolver las situaciones y enfrentar eventualidades. [66]

5. Construcción teórica. Tramas que se tejen y dan sentido a la familia

Los contenidos centrales de esta sección se refieren a la teorización en torno a la noción de familia. Una construcción que se fundamenta en las historias narradas por hombres y mujeres adolescentes, adultos jóvenes y adultos mayores, padres, madres, hijos y abuelos que conforman los casos concretos de las familias estudiadas en sus condiciones contextuales determinadas. En la sección anterior destacamos puntos centrales en los cuales se encuadra la elaboración teórica que sigue, al inicio de ésta presentamos a la familia que se vive y que se cuenta desde las perspectivas de edad, género y estrato socioeconómico; la concluimos con algunas reflexiones sobre las proyecciones que se realizan para esta institución. [67]

Para hablar del sentido de la familia es necesario aclarar que asumimos la expresión sentido como una construcción realizada a partir de la interpretación de los significados que le otorgan las personas entrevistadas al concepto de familia. [68]

La renovación que experimenta la familia en organización, constitución, asunción de roles y en las prácticas que se desarrollan en su interior expresa el cambio sucedido en los procesos históricos, sociales, culturales y económicos desde la segunda mitad del siglo XX. El surgimiento de una nueva imagen con contenidos diversos en su dinámica y principios rectores reemplaza las formaciones familiares tradicionales. Se plantea entonces como necesario el reconocimiento de la pluralidad y la diferencia porque puede ayudarnos a entender no sólo las transformaciones que está experimentando la familia, sino la forma cómo la están viviendo sus miembros. [69]

Según se desprende de los resultados presentados previamente, la familia como valor constituye un elemento central señalado en el discurso de las personas. A la familia se le atribuyen funciones de protección, apoyo, formación y de referente para la actuación del individuo. Todas estas funciones se consideran insustituibles e imprescindibles para la vida de la persona y para el funcionamiento social. Algunas de las consideraciones que se realizan sobre el significado de la familia están íntimamente relacionadas con lo que se vive en la familia de origen y en la nueva familia (la que se crea), el intercambio que es propio de la convivencia y los estilos de relación que establecen sus miembros entre sí. Las personas interpretan a la familia a partir de su historia personal, las prácticas sociales que se desarrollan en su hogar y los principios por los cuales estas prácticas se rigen. Las historias que narran los miembros de las familias convocadas en este estudio dan cuenta que esta institución representa el ámbito de las primeras relaciones humanas, su esencia está vinculada con la existencia de las personas y con su desenvolvimiento social posterior. De allí que los afectos, valores y reglas que se conjugan en el seno de la familia la determinan como una entidad de referencia a partir de la cual, cada persona reproduce las bases que le provee la identidad colectiva de origen y busca adaptarla a los nuevos tiempos y contextos. [70]

En los grupos consultados pertenecientes a los sectores más deprimidos económicamente, el valor que se le otorga a los vínculos familiares y sociales permite afrontar las situaciones de ruptura y variaciones en la estructura que eventualmente desafían a las familias. La manera como mujeres y hombres conciben a la familia varía en función del significado que tiene el hijo, una significación mediada por el valor que se le otorga y la relación que se mantiene con él. Para la mujer, el hijo permite dar existencia a la familia; en contraste, para el hombre, la familia es posible por la unidad mujer-hijos. Bajo esta concepción, la disolución de la pareja supondría que el hombre queda sin familia, la mujer no. [71]

Pero, contrariamente a lo que plantean creencias arraigadas, las familias participantes en el estudio que pertenecen al sector socioeconómico popular no son familias destruidas sino transformadas en su estructura y sus relaciones, determinadas por las condiciones culturales y materiales en las cuales tienen que vivir. Para estas familias, una estrategia de sobrevivencia la constituye la "familia extensa modificada" en la idea de LITWAK (c.p. HURTADO 1999, p.48) "familias reunidas sobre la base igualitaria para la ayuda mutua". El entramado de relaciones que se establecen bajo esta organización y los valores que coexisten con ella se erigen en defensa de las amenazas que gravitan sobre las condiciones de vida difíciles y la pobreza creciente. [72]

Entre las personas consultadas que se ubican en el sector socioeconómico medio de la población, se le atribuye a la familia un alto poder socializador porque ofrece el espacio grupal para la compañía, el apoyo y los afectos. La familia permite definir la individualidad y les corresponde a sus miembros buscar el equilibrio entre los objetivos que configuran el actuar individual y el grupal, así como las proyecciones de ambos. En ese sentido, la familia se asemeja a un sistema dentro del cual opera una dinámica particular que se constituye con el aporte de cada uno y las regulaciones que mutuamente se establecen. [73]

A partir de las narrativas de los informantes se distingue, también en este sector, la contribución que ofrece el medio a la familia a través de la cultura y las relaciones interculturales, ambos repercuten en las ideas que maneja el grupo, en los proyectos que se trazan el grupo y los miembros particulares, en las acciones que se realizan. De tal forma que el actuar humano en otros contextos sociales está mediado por la influencia familiar, pues las prácticas y realizaciones de los hombres y mujeres reproducen aquello que la familia les impregna. Estas derivaciones coinciden con los planteamientos (que mencionamos en el apartado contexto conceptual del tema) y que han sido realizados por CAPRILES (2000), CEBALLOS y RODRIGO (2001), DE VIANA (2000), OSSA, GONZÁLEZ y REBELO (2003), VIDAL (2003). [74]

El ser humano que se constituye en lo familiar cotidiano tendrá como responsabilidad sostener la tradición socio-cultural o confrontarla, de acuerdo a sus respectivas reflexiones y prácticas de vida. La persona que adoptará prácticas personales y sociales relacionadas con su condición de hombre o mujer, en algunos casos más vinculadas con lo establecido porque les son directamente asignadas; en otros, que se ubican en una posición frontalmente contraria a lo sostenido tradicionalmente, podrán asumir y desarrollar formas de pensar y de actuar que resultan innovadoras y, en tal sentido, definen modos de vida diferentes. [75]

El discurso como generador de realidades nos plantea en este caso, representado por las voces de los participantes en el estudio, que la familia es una realidad lingüística que adopta matices, regularidades y singularidades a partir del sentido subjetivo y cultural del narrador y de su historia, una historia que generalmente contiene el acuerdo de significaciones colectivas. En consonancia con los planteamientos de BRUNER (1991, 1998), el acuerdo grupal además de favorecer el intercambio, entraña el sentido colectivo de formas de interpretar el mundo. [76]

En suma, las significaciones que dan a la familia las personas consultadas es posible ubicarlas en un continuo, que va desde la consideración de espacio para la sobrevivencia hasta una conceptualización que implica lo afectivo y relacional. En estos significados se anticipa lo que serán las valoraciones de cada uno con respecto al otro y su consecuente manera de asumir y concebir los diferentes roles que interactúan en la familia. [77]

La estructura de las familias supera la existencia exclusiva de la familia nuclear, es diversa, tanto en el sector socioeconómico popular como en el sector medio, en la idea de RECAGNO-PUENTE (2002). En los discursos de sus representantes aparece mencionada la figura clásica de la familia nuclear, en los del primer grupo, se destaca este modelo como un ideal separado de sus prácticas; en el segundo grupo, pareciera haber una búsqueda y una insistencia en mantener tal representación, a pesar de las situaciones de ruptura, la flexibilidad y temporalidad de las uniones que se observan en las familias de creación reciente. En las familias del sector medio que profesan la religión de manera activa y pertenecen al grupo de adultos mayores, se sostienen valores y principios de protección para esta estructura. Ofrecen mayor flexibilidad las consideraciones de adultos y jóvenes que cuentan en su haber con situaciones de separación familiar. [78]

Frente a tal pluralidad, formular una definición de familia que guarde correspondencia con la realidad venezolana actual implica situarnos en la diversidad y en algunos atributos de orden psicosocial que reconocen los cambios enfrentados por la familia, entre ellos, la historia común de la unión, sin temporalidad definida; la relación mediada por afectos y valores compartidos, que promueve el desarrollo personal-social de sus miembros; la experiencia grupal de ser una comunidad discursiva (en el sentido expuesto por BECK & BECK 2001; BECK-GERNSHEIM 2003) que mantiene las variaciones de su dinámica interior y de su estructura, en la eventualidad de los acuerdos, en las negociaciones que imponen las coyunturas específicas que enfrenta (como lo sostiene BRUNER 1991, 2003). Sin duda, estos aspectos nos permiten reconocer la dinámica que caracteriza la vida en familia, no así las particularidades que la determinan, su configuración y estructura. [79]

Desde dentro de sí, estas familias se proyectan con los recursos de los cuales disponen y a partir de los contenidos que definen sus modos de vida: las familias consultadas que pertenecen al sector popular se proyectan apegadas a la tradición de generaciones anteriores, es decir, tener y criar a los hijos con la esperanza de un futuro mejor para ellos. Las familias consultadas del sector medio se proyectan en un mañana impreciso, desde una actitud que no es ajena a los temores, les ocupa y preocupa fundamentalmente ¿qué sociedad les tocará vivir a sus hijos?, ¿qué sociedad están ellos construyendo desde ya?, ¿cómo se visualizan los hijos en la familia de destino?, ¿qué huellas conservarán de la familia de origen?, ¿qué rumbo tomarán sus vidas y qué aportarán al colectivo? [80]

En los discursos de los entrevistados es posible distinguir diferencias de carácter intergeneracional, para el caso de los adultos mayores en su interés por preservar la función socializadora como ministerio principal de la familia; mantener inamovible su estructura nuclear (fundamentalmente dentro de la clase media) y dentro de ella conservar intactos rutinas, roles y valores. Los adultos jóvenes en el sector popular se programan frente a los cambios relativos a roles y funciones dentro de la familia; particularmente asumen en su discurso la necesidad de adaptación a los nuevos tiempos, buscan tomar distancia de algunas de las prácticas de crianza adoptadas por sus padres. Los pertenecientes a la clase media admiten los cambios sociales, económicos y culturales, experimentan las transformaciones del rol de la mujer y sus consecuencias, los padres intentan involucrarse de forma más participativa dentro de la familia, la pareja se esfuerza por una crianza y formación de los hijos en una clima familiar democrático y con valores menos disciplinarios que los adoptados por sus padres. Por su parte los jóvenes del medio popular se visualizan incorporando cambios en sus vidas desde una lectura constante a las transformaciones que experimenta el entorno; los de clase media se conciben a futuro de manera distinta, en uniones desde una decisión más libre, como padres a dedicación completa con sus hijos, en un ambiente donde impera el diálogo y por tanto el consenso, con una visión global del mundo como gran aldea que comparte valores sin fronteras. [81]

Sobre esta base y para apuntar unas notas finales, debemos decir que los casos concretos estudiados en sus condiciones contextuales particulares no permiten intuir que la familia como centro primario de socialización de la persona seguirá cumpliendo su tarea. Dicho de otro modo, la familia representa hoy como ayer, el referente de transformaciones personales y sociales. La realidad de las familias de hoy muestra las señales propias del proceso de transición, hacia nuevos prototipos y modos de vida. Desde su estado actual ha de constituirse en la base para el desarrollo de valores como la tolerancia a la pluralidad de formas. Sobre sus hombros descansa, por tradición, la práctica transmisiva e interactiva con la sociedad. [82]

Resulta claro, entonces, que así como la sociedad es dinámica en sus propios cambios, la interdependencia que existe entre ella y sus instituciones, en este caso la que establece con la familia, obliga a reconocer la mutualidad y los cambios compartidos. La adaptación requiere ser recíproca. Al interior de la familia se necesita renovar las bases de la formación y de los aprendizajes iniciales para lograr fortalecerse como institución. Una institución con vida propia, el centro de prácticas sociales que se proyectan sobre el colectivo. Un logro que demanda el acomodo a las exigencias y circunstancias actuales, pues construir este ajuste forma parte de la tensión constante que experimentan las familias de inicios del nuevo siglo. [83]

6. Conclusiones

Acercarnos a la diversidad familiar con el propósito de darle una significación, particularmente en las formas de agrupamiento, la constitución, la asunción de roles de sus miembros y en las prácticas que esta institución social cumple nos permitió encontrar posiciones variadas de los miembros de las familias estudiadas en sus condiciones contextuales determinadas, en dependencia de la edad, el género y el nivel socioeconómico. [84]

Una manera de acceder a la complejidad desde las realidades construidas por actores asociados a la familia, desde los casos concretos estudiados, nos lleva a situar a esta institución en el plano de la pluralidad sin dejar por ello de asignarle un carácter singular definido a través de la historia que narra cada persona. [85]

La condición de pertenencia a un contexto determinado asigna a estas familias y a sus miembros, peculiaridades que son notorias en las características discursivas de los narradores, más que en evidencias distintivas concretas. En sus historias se traduce, además de la vivencia, la práctica cultural, los valores, las formas de vida del grupo. [86]

Un elemento común que puede ser distinguido en las expresiones de los participantes es la consideración de la familia como el espacio afectivo de soporte, aprendizaje y formación de las personas. Un lugar para regular la actuación colectiva, el ámbito para el regreso, la renovación y los comienzos. [87]

En las narrativas de las familias pertenecientes al sector popular, concretamente en los casos estudiados, es posible apreciar el velo gravitante de la tradición en los deseos y preferencias de las personas, aunque la familia acepte acomodarse a los cambios constantes que impone el medio. En el sector medio, las familias participantes en el estudio dejan ver que la tradición es un recurso al cual se apela en momentos de máxima tensión o riesgo, a pesar de ello son admisibles los cambios y las diferencias que se requieren enfrentar en los nuevos tiempos, los cuales cobran mayor peso en el momento de definir y decidir la vida en familia. [88]

Independientemente del contexto, las influencias de la época marcan la distinción en los diferentes grupos. Para los jóvenes y los adultos mayores entrevistados, las posiciones de vida que se asumen difícilmente admiten matices, los adultos jóvenes tienen una postura más flexible en su tarea constructiva, particularmente los de clase media quienes están pendientes de los cambios, de realizar las mejores interpretaciones de ellos para lograr adaptaciones efectivas. [89]

En la actualidad el estudio de la familia demanda un compromiso singular de parte de las ciencias sociales. La investigación y la intervención de hoy, frente a prácticas tradicionales, deben otorgar un reconocimiento a lo cotidiano que define la existencia de la familia y su dinámica particular. [90]

Apéndice 1

Modelo de guión para la entrevista con adultos de familias populares (OTÁLORA, MORA & RECAGNO PUENTE 2003)

Proyecto Género y vida familiar ... un estudio de significados

1. Noción de familia

2. Funciones afectivas y de conyugalidad – Pareja

3. Divorcio / Separación / Abandono

4. Hijos

5. Relación entre hermanos

6. Funciones de cuidado y socialización

7. Funciones de ocio y recreación

8. Violencia

9. Economía doméstica

10. Trabajo doméstico

11. Valores familiares

12. Relación con el espacio público

13. Hacerse madre – Maternidad

14. Feminidad

15. Hacerse padre – Paternidad

16. Masculinidad

Apéndice 2

Modelo de guión para la entrevista con adultos de familias de clase media (OTÁLORA & MORA 2005)

1. Noción de familia

2. Funciones afectivas y de conyugalidad – Pareja

3. Divorcio / Separación / Abandono

4. Hijos

(En el caso de parejas sin hijos)

5. Relación entre hermanos

6. Funciones de cuidado y socialización

7. Funciones de ocio y recreación

8. Maltrato y violencia

9. Economía doméstica

10. Trabajo doméstico

11. Valores familiares

12. Relación con el espacio público

13. Hacerse madre – Maternidad

14. Feminidad

15. Hacerse padre – Paternidad

16. Masculinidad

Notas

1) El estudio es parte del proyecto Género y vida familiar: un estudio de significados. Proyecto financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela. Responsable del proyecto Cristina OTÁLORA MONTENEGRO; Co-investigadoras: Ileana RECAGNO-PUENTE y Leonor MORA SALAS. <regresar>

2) Una síntesis del contenido de este artículo fue presentada como ponencia en el Simposio: Familias Venezolanas en el Siglo XXI en el marco del Encuentro 50 aniversario de la Escuela de Psicología – UCV. Ciencia-Enseñanza y Profesión, en homenaje al Profesor Guillermo PÉREZ ENCISO. Universidad Central de Venezuela, 21 de noviembre de 2006. <regresar>

3) La estratificación social a través del Método Graffar-Méndez Castellano se realiza a partir de cuatro variables. El método desagrega a la población en cinco ítems, a cada ítem corresponde una ponderación decreciente del 1 al 5. La suma de ponderaciones correspondientes determina el estrato al que pertenece la familia. Las cuatro varibles que definen la estratificación del Método Graffar-Méndez Castellano se especifican a continuación:

1. Profesión del jefe de familia [1: Profesión universitaria, financistas, banqueros, empresarios, comerciantes, todos de alta productividad. Oficiales de las Fuerzas Armadas (si tienen un rango de educación superior). 2: Profesión técnica superior, medianos comerciantes o productores. 3: Empleados sin profesión universitaria, con técnica media, pequeños comerciantes o productores. 4: Obreros especializados y parte de los trabajadores del sector informal de la economía (que no tengan título profesional). 5: Obreros no especializados y parte de los trabajadores del sector informal de la economía (sin primaria completa).]

2. Nivel de instrucción de la madre [1: Enseñanza universitaria o su equivalente. 2: Enseñanza secundaria completa, técnica superior completa. 3: Enseñanza secundaria incompleta, técnica media. 4: Enseñanza primaria, o alfabeto (con algún grado de instrucción primaria). 5: Analfabeta.]

3. Principal fuente de ingreso de la familia [1: Fortuna heredada o adquirida. 2: Ganancias, beneficios, honorarios profesionales. 3: Sueldo Mensual. 4: Salario semanal, por día, entrada a destajo. 5: Donaciones de origen público o privado.]

4. Condiciones de alojamiento [1: vivienda con óptimas condiciones sanitarias y ambientes de gran lujo y grandes espacios. 2: Vivienda con óptimas condiciones sanitarias en ambientes con lujo sin exceso y suficientes espacios. 3: Vivienda con buenas condiciones sanitarias en espacios reducidos o no, pero siempre menores que en las viviendas 1 y 2. 4: Vivienda con ambientes espaciosos o reducidos y/o con deficiencias en algunas condiciones sanitarias. 5: Rancho o vivienda con espacios insuficientes y condiciones sanitarias marcadamente inadecuadas.] (FUNDACREDESA 2001, pp.13-14) <regresar>

4) En lo que sigue, la referencia FPV; FPIV que aparece en el rotulo de los testimonios significa: F = Familia; P = Popular; V = Estrato socioeconómico V; IV = Estrato socioeconómico IV. <regresar>

5) En lo que sigue, la referencia FCMIII; FCMII que aparece en el rotulo de los testimonios significa: F = Familia; CM = Clase media; III = Estrato socioeconómico III; II = Estrato socioeconómico II. <regresar>

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Autora

Leonor MORA SALAS es Psicóloga Social y Psicóloga del Desarrollo, Docente-Investigadora del Instituto de Psicología, Universidad Central de Venezuela. Profesora de postgrado en las áreas de Metodología de la Investigación y Evaluación de Proyectos Sociales. Líneas de trabajo: familia; lenguaje e interpretación (lectura, escritura, narrativa y métodos cualitativos de investigación).

Contacto:

Leonor Mora Salas

Dirección: Av. Neverí, Centro Comercial Los Chaguaramos, Instituto de Psicología, piso 2, Ofic. 2-9 Caracas, Venezuela. Código Postal 1041

Tel.: 58 0212 605.03.89 - 662.39.49 – 693.18.14
Fax: 58 0212 662.39.61

E-mail: loemora@gmail.com; leonorm@movistar.net.ve

Cita

Mora Salas, Leonor (2008). El sentido de la familia: una construcción con las tramas de vida de tres generaciones [90 párrafos]. Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research, 9(2), Art. 3, http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs080237.

Forum Qualitative Sozialforschung / Forum: Qualitative Social Research (FQS)

ISSN 1438-5627

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